La primeras células madre que se utilizaron son las sanguíneas, cuyas fuentes actuales más importantes son la médula ósea, la sangre periférica y el cordón umbilical. Se usan en el tratamiento curativo de enfermedades hematológicas como la leucemia y el linfoma o en otro tipo de enfermedades como algunas anemias graves.
La medicina regenerativa repara tejidos y órganos dañados mediante el uso de las células madre, se han realizado numerosos ensayos contra afecciones del sistema nervioso como ictus, parkinson, alzhéimer o parálisis cerebral; para diferentes cánceres y para procesos metabólicos o degenerativos. (https://www.youtube.com/watch?v=dB2p9FoWwfA&t=32)
Según el grado de compatibilidad entre el donante y el receptor se pueden distinguir:
Trasplantes autológicos, el donante es el propio individuo, por lo que no hay rechazo.
Singénico, el donante es un gemelo idéntico, tampoco hay rechazo.
Alogénico, el donante es un miembro de la misma especie pero genéticamente diferente.
Tipos de células madre:
Totipotentes, pueden crear un organismo entero.
Pluripotentes, pueden producir la mayor parte de los tejidos.
Multipotentes, solo pueden formar células de su propia capa embrionaria.
Unipotentes, producen dos tipos de células madre.
https://www.youtube.com/watch?v=5Q-uF0fHSzY&t=36
La principal controversia sobre las células madre es el modo en que son obtenidas, ya que además de tejidos y de el cordón umbilical, se extraen de embriones de entre cinco y catorce días.
Los argumentos en contra de esta técnica defienden que el óvulo fertilizado es un humano y deben protegerse sus derechos, mientras que las personas a favor afirman que los óvulos fertilizados son donados con consentimiento de la pareja y que, además, de todas formas iban a ser descartados, de modo que no tienen ningún potencial para convertirse en humanos.
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